¡Hola, amantes de los felinos! Como buena “mamá gata”, sé que nuestros bigotudos amigos son más que mascotas; son miembros de la familia que merecen lo mejor.
Y, seamos sinceros, ¿quién no ha sufrido el ataque inesperado a ese sofá nuevo o a las cortinas recién puestas? La verdad es que mis propios gatos tienen un talento especial para encontrar el lugar menos apropiado para afilar sus garras.
Pero, ¿y si te dijera que el rascador ideal no solo salva tus muebles, sino que también puede ser un elemento decorativo que tus gatos amarán y que se integre perfectamente en tu hogar?
Con las últimas tendencias, esto es más fácil de lo que imaginas. Acompáñame a descubrir cómo elegir el diseño perfecto que hará feliz a tu minino y embellecerá tu espacio.
¡Vamos a descubrir los secretos para un rascador de ensueño!
Entendiendo la Imperiosa Necesidad de Rascar de tu Gato

Mis queridos amantes de los gatos, ¿alguna vez os habéis preguntado por qué vuestros pequeños tigres tienen esa insistente necesidad de afilar sus uñas, a menudo, en el lugar menos deseado?
La verdad es que no es una travesura, ¡es pura instinto felino! Cuando vemos a nuestros gatos rascando, pensamos en el sofá destrozado, pero ellos están haciendo mucho más.
Para empezar, están manteniendo sus garras en óptimas condiciones, eliminando las capas muertas y asegurándose de que estén siempre afiladas para cazar (aunque solo cacen juguetes por la casa).
Pero hay algo más profundo: al rascar, no solo estiran su cuerpo, lo que es vital para su musculatura y articulaciones, sino que también marcan su territorio.
Sí, lo hacen visualmente con las marcas que dejan, pero también olfativamente, gracias a las glándulas que tienen en las almohadillas de sus patas. Es su manera de decir: “¡Este es mi hogar, y yo soy el rey (o la reina) aquí!”.
Si no les ofrecemos una alternativa adecuada, es normal que busquen cualquier superficie a su alcance para satisfacer esta necesidad tan arraigada en su ser.
He notado con mis propios gatos que si no tienen un rascador a mano justo después de despertarse, el siguiente objetivo es siempre la alfombra o un mueble cercano.
Es un comportamiento natural que debemos entender y apoyar con las herramientas adecuadas, ¡por el bien de nuestros muebles y la felicidad de nuestros mininos!
Más Allá de Salvar los Muebles: ¿Por Qué Rascan?
De verdad, os lo digo por experiencia propia, cuando mis gatos llegan a casa, lo primero que hago es asegurarme de que tengan acceso a varios rascadores.
No es solo para proteger ese sillón tan mono que me compré, ¡ni mucho menos! Es que para ellos, rascar es una forma increíble de liberar el estrés y la energía acumulada.
Es como su yoga personal, su momento de estiramiento y relajación. Imagina despertar de una siesta profunda y querer estirar todo tu cuerpo; ellos hacen lo mismo.
Estiran los músculos de su espalda, sus patitas delanteras y, de paso, ¡se sienten fenomenal! Además, es una actividad que les proporciona un enorme placer y es parte de su rutina de bienestar.
No ofrecerles un lugar adecuado para hacerlo sería privarles de una parte esencial de su naturaleza. Mis dos gatos, por ejemplo, tienen personalidades muy distintas: uno prefiere rascadores verticales altísimos donde puede estirarse a lo grande, mientras que el otro adora los de cartón horizontales.
Adaptarse a sus gustos es clave.
Señales de que tu Gato Necesita un Mejor Rascador
Uhm, si tu gato ha empezado a considerar tus cortinas, el lateral de la cama o incluso la mesa del salón como su nuevo spa de uñas, ¡es una señal clarísima!
Puede que el rascador que tiene no le resulte atractivo, sea demasiado pequeño, inestable o simplemente, esté pasado de moda y no le interese. Una de las cosas que he aprendido con los años es que el rascador debe ser estable; si se tambalea cada vez que el gato se apoya, no lo usará.
Mis gatos son bastante exigentes con esto. También, si ves que araña cerca de ventanas o puertas, puede ser un indicio de que necesita marcar su territorio en esos puntos estratégicos, y tu rascador actual no está ubicado correctamente.
Observa su comportamiento: ¿dónde intenta rascar? ¿Qué texturas le atraen? A veces, un rascador de sisal no es suficiente, y un trozo de madera o cartón corrugado puede ser lo que busca.
El truco está en ser un detective felino y entender sus pistas.
Materiales y Diseños: El Abanico de Posibilidades para un Rascador Ideal
¡Madre mía, la cantidad de rascadores que he probado en mi vida! Es un mundo, os lo aseguro. Desde los más básicos hasta auténticas obras de arte gatunas.
Y es que el material es crucial, ¿eh? No es solo cuestión de estética, sino de durabilidad y, sobre todo, de que a tu gato le guste la sensación al rascar.
He visto a muchos amigos frustrados porque su gato ignoraba el rascador carísimo que le habían comprado, y al final resultó ser que no le gustaba el tacto del material.
Yo, por ejemplo, siempre opto por sisal natural para la mayoría, porque es resistente y a mis gatos les encanta. Pero también tengo algunos de cartón corrugado que devoran en cuestión de semanas, ¡es su perdición!
La clave es ofrecer variedad y ver cuál se convierte en su favorito. No te ciñas a uno solo, experimenta. Además, los diseños han evolucionado muchísimo, ya no tienes que esconder el rascador.
Ahora hay opciones que son preciosas y se integran perfectamente en la decoración.
De la Cuerda de Sisal a la Madera Natural: Eligiendo Calidad
Cuando hablamos de materiales, el sisal es el rey indiscutible para la mayoría de los rascadores. Pero no todo el sisal es igual. Buscad cuerda de sisal de buena calidad, bien trenzada y adherida al poste o superficie.
He visto rascadores con un sisal tan fino que en dos semanas mis gatos ya lo habían deshilachado por completo. ¡Dinero tirado! Otra opción maravillosa es la madera natural, sobre todo para aquellos rascadores más estéticos o “cat trees” de diseño.
La madera no solo es duradera, sino que ofrece una textura diferente que a muchos gatos les encanta. Y no nos olvidemos del cartón corrugado, que aunque no es tan duradero, es increíblemente atractivo para muchísimos gatos.
Es económico, se puede reciclar y ofrece una textura que les encanta para desmenuzar. Mis gatos lo adoran; es como su sesión de terapia antiestrés. También existen materiales más novedosos como el yute o incluso superficies de tela resistente, pero el sisal y el cartón suelen ser los grandes favoritos.
Rascadores Verticales, Horizontales o Mixtos: ¿Cuál Prefiere tu Felino?
Aquí es donde la personalidad de tu gato entra en juego. ¿Has notado cómo se estira tu gato? Algunos se estiran hacia arriba, a lo largo de un poste; para ellos, un rascador vertical alto será perfecto.
Otros prefieren estirarse a lo largo del suelo, y para esos, un rascador horizontal o una alfombrilla rascadora será su paraíso. Y luego están los rascadores mixtos, que suelen ser torres o árboles para gatos que combinan superficies verticales, horizontales e incluso diagonales.
Estos suelen ser una apuesta segura, ya que ofrecen varias opciones en un solo producto. Mis gatos tienen un poco de todo: un poste alto de sisal junto a una ventana, un par de rascadores de cartón planos en el suelo y una torre mediana que combina zonas para rascar con plataformas para descansar.
Es fundamental observar cómo tu gato se estira y dónde le gusta rascar para darle el rascador que mejor se adapte a sus preferencias. No hay una regla única, es cuestión de probar y observar.
| Tipo de Rascador | Materiales Comunes | Ventajas | Consideraciones |
|---|---|---|---|
| Vertical (Postes, Árboles) | Sisal, Yute, Madera | Permite estiramiento completo, ahorra espacio. | Requiere estabilidad, altura adecuada (mínimo que el gato pueda estirarse por completo). |
| Horizontal (Alfombras, Rampas, Cajas de Cartón) | Cartón corrugado, Sisal, Alfombra resistente | Ideal para gatos que rascan en el suelo, económico (cartón). | Menos duraderos (cartón), pueden ocupar más espacio. |
| Mixto (Torres, Cat Trees) | Sisal, Madera, Tela, Peluche | Ofrece múltiples superficies para rascar y trepar, enriquecimiento. | Mayor inversión, ocupan más espacio, requieren montaje. |
El Rascador como Elemento Decorativo: Integración con Estilo en tu Hogar
¡Ay, el dilema de la decoración! Por mucho que amemos a nuestros gatos, admitámoslo, a veces sus cosas no son precisamente lo más estético del mundo. Pero eso ya no es una excusa para tener un rascador feo y escondido en un rincón.
¡Para nada! La industria ha evolucionado una barbaridad y ahora podemos encontrar rascadores que son verdaderas piezas de diseño. De verdad, yo me he sorprendido con las opciones que hay.
De hecho, tengo uno que es una estantería de diseño con diferentes alturas y plataformas forradas de sisal y madera, y la gente que viene a casa ni se da cuenta de que es un rascador hasta que ven a mis gatos en él.
Se ha convertido en un punto focal en mi salón. Ya no se trata de ocultarlo, sino de integrarlo como parte de la personalidad de tu hogar. Piensa en el rascador como si fuera un mueble más, elige colores que combinen con tu paleta y materiales que armonicen con el resto de la decoración.
¡Tu gato y tu casa te lo agradecerán!
Tendencias de Diseño: Adiós a lo Feo, Hola a lo Funcional y Estético
Las tendencias actuales en mobiliario para mascotas son una maravilla, de verdad. Se están centran en fusionar la funcionalidad para nuestros felinos con la estética de nuestros hogares.
Esto significa que podemos encontrar rascadores minimalistas de madera clara, estructuras tipo cubos que se apilan y combinan con estanterías, o incluso diseños más artísticos que parecen esculturas.
Atrás quedaron esos horribles postes forrados de alfombra de dudoso gusto. Ahora, los rascadores se diseñan con líneas limpias, colores neutros o tonos terrosos, y materiales naturales como la madera de abedul o pino, el sisal sin tintes y tejidos resistentes.
Yo soy fanática de los que tienen un estilo escandinavo, son tan elegantes y discretos que pasan desapercibidos y a la vez, son el lugar favorito de mis gatos para echarse la siesta después de una buena sesión de rascado.
Es la oportunidad perfecta para darle un toque chic a la vida de tu gato y, de paso, al ambiente de tu casa.
¿Dónde lo Pongo? Claves para una Ubicación Estratégica y Bonita
Una vez que tienes el rascador perfecto, la ubicación es clave. No sirve de nada tener el rascador más bonito del mundo si tu gato no lo usa porque está en un lugar que no le interesa.
Mis gatos, por ejemplo, adoran rascar justo después de despertarse, así que tengo un rascador cerca de su cama principal. También les encanta rascar cuando están contentos o emocionados, y para eso, un rascador cerca de la zona de juego o donde pasan mucho tiempo es ideal.
Además, es importante considerar los “puntos calientes” donde tu gato ya ha intentado rascar tus muebles. Coloca el nuevo rascador estratégicamente en esos lugares para redirigir su comportamiento.
Si quieres que se integre visualmente, piensa en esquinas donde no estorbe el paso, junto a una ventana para que pueda observar el exterior mientras rasca, o incluso como parte de una pared de estanterías.
La clave es que sea accesible, visible y atractivo para el gato, sin que se convierta en un obstáculo visual para ti.
La Psicología Felina Detrás del Rascado: Entiende a tu Compañero
Creedme, llevar años conviviendo con gatos me ha enseñado una cosa: no hay nada que hagan sin una razón. Y el rascado no es una excepción. No es simplemente un “ataque” a tus pertenencias, es una parte fundamental de su bienestar psicológico y emocional.
Es su manera de expresarse, de comunicarse con el mundo que les rodea y con nosotros. Cuando un gato rasca, está liberando tensiones, marcando su presencia, y, en definitiva, se está sintiendo un gato de verdad.
A veces, si un gato está estresado, puede aumentar su comportamiento de rascado o empezar a rascar en lugares inapropiados. Es una señal de que algo no anda bien en su mundo.
Como “mamá gata”, me toca estar atenta a estas señales y asegurarme de que tengan todas las herramientas para sentirse seguros y felices. Un buen rascador, bien ubicado y de un material que les guste, es una pieza clave en este puzzle emocional.
Marcaje Territorial y Estrés: Las Emociones Ocultas del Rascado
¿Sabíais que cuando vuestro gato rasca, no solo está afilando sus uñas, sino que también está dejando un mensaje para otros gatos (e incluso para vosotros)?
Sí, tienen unas glándulas olfativas en las almohadillas de sus patitas que liberan feromonas. Esas feromonas son como un “aquí estuve yo” invisible, una forma de marcaje territorial que les da seguridad y les dice que ese espacio les pertenece.
Si un gato se siente inseguro o estresado, puede que aumente este marcaje para reafirmar su presencia. Por ejemplo, si hay cambios en casa, como una mudanza o la llegada de una nueva mascota, mis gatos a veces intensifican el rascado en sus lugares favoritos para reafirmar su identidad.
Un buen rascador les permite hacer esto de una manera saludable y constructiva, en lugar de arremeter contra la pata de una silla. Entender esto me ha ayudado a ser mucho más paciente y comprensiva con su necesidad innata.
Enriquecimiento Ambiental: Más que un Objeto, una Necesidad Vital
Para mí, un rascador es mucho más que un simple accesorio; es una parte esencial del enriquecimiento ambiental de mi casa. Un hogar enriquecido es un hogar donde el gato puede ser un gato, donde puede explorar, jugar, descansar y expresar sus comportamientos naturales.
Un buen rascador les proporciona una salida para su energía, una oportunidad para hacer ejercicio, estirar sus músculos y, muy importante, ¡desahogarse!
Si tu gato se aburre o no tiene suficientes estímulos, puede desarrollar comportamientos no deseados, como el rascado destructivo o la apatía. Ofrecerles un rascador adecuado es invertir en su salud física y mental.
He notado que cuando mis gatos tienen acceso a rascadores variados y están ubicados en zonas de paso o de juego, están mucho más tranquilos y felices.
Es como si tuvieran su propio gimnasio y spa en casa, todo en uno.
Errores Comunes al Elegir un Rascador y Cómo Evitarlos

¡Uy, cuántas veces he caído yo en estos errores! Al principio, uno piensa que “cualquier rascador vale”, pero nada más lejos de la realidad. Elegir el rascador incorrecto es la receta perfecta para que tus muebles sufran las consecuencias y para que te frustres sin necesidad.
Recuerdo la primera vez que compré uno, era pequeño, de mala calidad y mi gato, que en paz descanse, lo miró con desdén y siguió con el sofá. Desde entonces, aprendí que hay que prestar atención a ciertos detalles que, aunque parezcan pequeños, marcan una enorme diferencia en la vida de tu gato y en la tranquilidad de tu hogar.
No te precipites, investiga un poco y piensa como tu gato, ¡te lo agradecerá!
El Tamaño Importa: ¿Demasiado Pequeño o Demasiado Inestable?
Este es, sin duda, uno de los errores más comunes y, ¡oh, sorpresa!, el que más frustraciones genera. Mis gatos son bastante grandes, y al principio, me compraba rascadores que eran ridículamente pequeños para ellos.
Imagina que quieres estirarte a lo grande y tu cama es diminuta, ¿verdad que no podrías? Pues a ellos les pasa lo mismo. Un gato necesita poder estirarse a toda su longitud en el rascador.
Si es un poste vertical, debe ser lo suficientemente alto para que pueda estirarse completamente de las patas traseras a las delanteras. Si es horizontal, debe ser lo bastante largo.
Y la estabilidad, ¡fundamental! Un rascador que se bambolea o se cae cada vez que el gato lo usa no solo es inútil, sino que puede asustarle y hacer que le coja manía.
Invertir en un rascador robusto y de tamaño adecuado es, de verdad, la mejor inversión que puedes hacer.
Ignorar las Preferencias Individuales de tu Gato
Este es otro punto crucial que muchos pasamos por alto. Creemos que todos los gatos son iguales, pero cada uno tiene sus propias manías y gustos. Como os comentaba antes, uno de mis gatos prefiere el sisal y estirarse hacia arriba, mientras que el otro es un devorador de cartón corrugado y le encanta rascar horizontalmente.
Si solo le ofrezco un tipo de rascador, estoy limitando su capacidad para satisfacer sus necesidades de la forma que a él más le gusta. Observa a tu gato: ¿prefiere superficies rugosas o lisas?
¿Horizontal o vertical? ¿Le gusta más el cartón, la cuerda o la madera? Puede que necesites probar un par de opciones hasta dar con el rascador perfecto para tu compañero felino.
No te rindas si el primero no funciona; es cuestión de encontrar su “match” perfecto.
Rascadores “Hechos en Casa”: Creatividad y Ahorro
¡Para los más manitas y para los que buscan una opción más económica o personalizada, los rascadores hechos en casa son una maravilla! De verdad, he visto auténticas obras de arte y soluciones súper ingeniosas que no tienen nada que envidiar a los rascadores de tienda.
Además, es una forma genial de reciclar materiales y darle un toque único a las cosas de tu gato. A mí me encanta probar con diferentes texturas y formas, y ver cómo mis gatos reaccionan.
Es una actividad divertida que, además, me permite adaptar el rascador a las necesidades exactas de mis pequeños. Y la satisfacción de verles usar algo que has creado tú con tus propias manos, ¡no tiene precio!
Ideas Sencillas para un Rascador Personalizado
No necesitas ser un experto carpintero para crear un rascador fantástico. Una idea sencilla y muy efectiva es coger un trozo de tabla de madera resistente, forrarla con cuerda de sisal bien pegada (con pegamento no tóxico, por supuesto) y sujetarla a una pared en vertical o colocarla en el suelo.
¡Voilá! Un rascador personalizado. Otra opción muy popular son las cajas de cartón.
Puedes cortar varias piezas de cartón corrugado, apilarlas y pegarlas entre sí para formar un bloque robusto. Mis gatos se vuelven locos con este tipo de rascadores, y son súper económicos.
También puedes recubrir las patas de una mesa o silla vieja con cuerda de sisal, dándoles una nueva vida y un nuevo propósito. La clave es la creatividad y asegurarte de que los materiales sean seguros y atractivos para tu gato.
Detalles que Marcan la Diferencia en un DIY
Cuando te decides a hacer un rascador casero, hay pequeños detalles que pueden convertirlo en un éxito rotundo. Primero, asegúrate de que sea estable.
Si se tambalea, tu gato no lo usará. Puedes añadir una base más ancha o anclarlo a la pared si es vertical. Segundo, la textura.
Prueba con diferentes materiales si es posible: sisal, alfombra vieja, incluso un trozo de denim resistente. Tercero, la altura. Si es un poste, asegúrate de que tu gato pueda estirarse completamente.
Y cuarto, hazlo atractivo. Puedes frotar un poco de hierba gatera seca en el rascador nuevo para que le llame más la atención al principio. Mis gatos son muy curiosos con las cosas nuevas, pero si no les interesa de primeras, un poco de hierba gatera es el empujón perfecto.
Maximizando la Vida Útil de tu Rascador: Cuidado y Mantenimiento
Bueno, ya tenemos nuestro rascador ideal, ¡felicidades! Pero el trabajo no termina ahí, ¿eh? Para que esa inversión (de tiempo, dinero o ambas) dure lo máximo posible y siga siendo el lugar favorito de tu gato, hay que cuidarlo.
A veces, nos olvidamos de que estas cosas también necesitan un poco de mantenimiento. He visto rascadores que se han estropeado muy rápido por no prestarles atención, y es una pena.
Con unos pocos trucos sencillos, podemos extender su vida útil y asegurarnos de que sigan siendo atractivos y seguros para nuestros compañeros felinos.
¡Piensa que un rascador bien mantenido es un gato feliz y unos muebles a salvo por más tiempo!
Pequeños Trucos para que Dure Más
Para que el rascador de sisal dure más, una cosa que hago es girarlo de vez en cuando si tiene varias caras o lados. Así el desgaste se distribuye de manera más uniforme.
Si es un poste, puedes intentar desenroscar la cuerda un poco y volver a apretarla si ves que se está aflojando. Para los rascadores de cartón, que son los que mis gatos devoran con más rapidez, si solo han rascado un lado, los giro para que usen el otro.
También es importante limpiarlos. Con un cepillo de cerdas duras puedes quitar los restos de uñas y pelo que se quedan atrapados en las fibras. Si es de tela o alfombra, una aspiradora con un accesorio pequeño funciona de maravilla.
Y si alguna parte está muy estropeada, a veces se puede reparar. Por ejemplo, si solo se ha desgastado una sección de cuerda de sisal, puedes cortar esa parte y volver a enrollar cuerda nueva.
¿Cuándo es Hora de Reemplazarlo?
Reconocer cuándo un rascador ha cumplido su ciclo es tan importante como elegirlo bien. Las señales son bastante claras. Si el sisal o el material principal está completamente deshilachado, se deshace al tocarlo, o la estructura del rascador se tambalea y ya no es estable, es una señal inequívoca de que ha llegado su fin.
Un rascador roto o inestable no solo no es funcional, sino que puede ser peligroso para tu gato. También, si el rascador de cartón está tan destrozado que apenas queda superficie para rascar, es hora de uno nuevo.
No esperes a que tu gato empiece a buscar otras superficies para rascar para reemplazarlo. Es mejor anticiparse y tener uno nuevo listo antes de que el viejo esté completamente inservible.
Recuerdo una vez que intenté alargar la vida de uno y mis gatos, muy listos ellos, empezaron a rascar la alfombra de nuevo. ¡Lección aprendida!
글을마치며
¡Y con esto llegamos al final de nuestro recorrido por el fascinante mundo del rascado felino! De verdad, espero de todo corazón que este post os haya sido tan útil como ha sido para mí compartir mis experiencias y conocimientos con vosotros. Después de tantos años conviviendo con estas maravillosas criaturas, he aprendido que entender sus necesidades más básicas es la clave para una convivencia armoniosa y feliz. Un rascador no es un lujo, es una necesidad vital para nuestros gatos, una herramienta esencial para su bienestar físico y emocional. Ver a mis gatos estirarse y rascar con gusto es una de esas pequeñas alegrías que me recuerdan lo conectados que estamos. Así que, no subestiméis la importancia de elegir el rascador adecuado; es una inversión en la felicidad de vuestro compañero peludo y, créedme, ¡vuestros muebles os lo agradecerán eternamente!
알아두면 쓸모 있는 정보
1. Variedad es el picante de la vida felina: No te quedes con un solo tipo de rascador. Ofrece a tu gato rascadores verticales, horizontales, de cartón, sisal y madera. Descubrirás que tienen preferencias y se sentirán mucho más satisfechos si tienen opciones a su alcance.
2. Ubicación, ubicación, ubicación: Coloca los rascadores en lugares estratégicos. Cerca de donde duermen, junto a las ventanas (¡les encanta rascar mientras miran el mundo exterior!), y especialmente donde hayan intentado rascar tus muebles. La accesibilidad es clave para que los usen.
3. El refuerzo positivo funciona de maravilla: Cuando veas a tu gato usar el rascador, ¡felicítalo! Puedes darle una golosina, una caricia o jugar con él cerca del rascador. Asociarán el rascado adecuado con una experiencia placentera y lo harán más a menudo.
4. La estabilidad es innegociable: Un rascador que se tambalea es un rascador que tu gato ignorará o le temerá. Asegúrate de que cualquier rascador, especialmente los verticales, sea robusto y no se mueva cuando tu gato se apoye en él. La seguridad es lo primero para ellos.
5. Mantenimiento para una vida más larga: No olvides limpiar el rascador regularmente. Elimina el pelo suelto y los restos de uñas. Si es de sisal, gíralo para que el desgaste sea uniforme. Un rascador limpio y en buen estado es más atractivo y duradero, lo que te ahorrará dinero a largo plazo.
중요 사항 정리
En resumen, queridos amigos, el rascado es un comportamiento instintivo y vital para nuestros felinos. Es su forma de mantener sus garras sanas, estirar sus músculos, marcar su territorio y liberar tensiones. Como hemos visto, elegir el rascador ideal implica entender la psicología felina, considerar materiales y diseños variados, y ubicarlo estratégicamente en tu hogar. Personalmente, he comprobado que la paciencia y la observación son mis mejores aliados para adaptar el entorno a sus necesidades. Evitar errores comunes como rascadores pequeños o inestables, y optar por el DIY si eres un poco manitas, puede marcar una gran diferencia. Al final, un rascador bien elegido y mantenido no solo protege tus muebles, sino que también contribuye enormemente a la felicidad y el bienestar general de tu gato. ¡Anímate a darle a tu minino el rascador que realmente merece!
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: ¿Por qué mis gatos arañan los muebles si tienen un rascador? ¿Es un capricho o hay algo más?
R: ¡Ay, esta es una pregunta que me han hecho mil veces, y la entiendo perfectamente! Como buena “mamá gata”, también he pasado por el frustrante momento de ver a mis pequeños artistas felinos dejar su “obra de arte” en el sofá nuevo.
Pero, créeme, no es por fastidiarte. Los gatos arañan por pura necesidad instintiva, ¡es parte de su naturaleza! Lo hacen por varias razones.
Primero, es su manera de mantener sus uñas sanas, eliminando las capas viejas para que las nuevas y afiladas puedan salir. También es una forma de estirar sus músculos después de una siesta, ¡como si fueran al gimnasio!.
Y aquí viene lo interesante: al rascar, no solo dejan marcas visuales, sino también unas feromonas de las glándulas de sus patas, marcando su territorio y diciéndoles a otros gatos que “este es mi lugar”.
A veces, incluso, arañan para llamar nuestra atención. Si tu minino prefiere tus muebles, quizás el rascador que tienes no le convence del todo. Puede ser el tipo de material, la estabilidad, o la ubicación.
¡No te rindas, que hay solución!
P: Con tantas opciones en el mercado, ¿cómo elijo el rascador perfecto que combine con mi casa y le encante a mi gato?
R: ¡Esta es mi parte favorita! Ahora, más que nunca, los rascadores no tienen por qué ser esos “pegotes” que afean el salón. Las últimas tendencias nos traen diseños que son una maravilla, ¡y que de verdad se integran en la decoración!
Lo primero es observar a tu gato. ¿Le gusta estirarse por completo mientras araña? Entonces, un rascador vertical tipo poste, alto y estable, será su paraíso.
Mis gatos, por ejemplo, adoran los que tienen varias alturas, con cuevas para esconderse y plataformas para vigilar su reino. Si tu felino prefiere arañar superficies horizontales, una alfombrilla o una tabla de cartón ondulado serán un acierto.
Los materiales también importan: sisal (¡el rey de los rascadores!), cartón, madera… A mis peques les fascina la textura del sisal, ¡es lo que más se parece a un tronco de árbol para ellos!
También he visto rascadores con acabados suaves al tacto que aportan un toque de elegancia y que a los gatos les encantan. Y en cuanto a la integración, busca colores neutros o que complementen tu paleta de colores.
Hay árboles rascadores con diseños tan modernos que parecen esculturas. ¡Incluso puedes encontrar algunos que se adhieren a la esquina de tu sofá, protegiéndolo de forma discreta!
P: Ya tengo un rascador, pero mi gato simplemente lo ignora. ¿Hay algún truco para que lo use y deje en paz mis cortinas?
R: ¡Claro que sí! He estado en tu piel, comprando el rascador más bonito y viendo cómo mis peludos lo usaban de adorno. El truco está en la paciencia y en hacer que el rascador sea irresistible.
Primero, la ubicación es clave. Colócalo en un lugar prominente donde tu gato ya le guste estirarse o arañar, ¡o cerca de su lugar favorito para dormir!
No lo escondas en un rincón. Un consejo que siempre doy es: ¡que sea estable! Si se tambalea, tu gato no confiará en él y lo ignorará.
Para llamar su atención, puedes usar catnip (hierba gatera) en el rascador, ¡es como magia para muchos! También puedes colgarle juguetes pequeños que se muevan y lo inviten a interactuar.
Cuando veas que tu gato se acerca al rascador o lo usa, ¡refuérzale positivamente! Dale caricias, háblale con cariño, o incluso un snack delicioso. Nunca lo fuerces a usarlo, ya que podría asustarse y asociarlo con una mala experiencia.
Y un secreto que me ha funcionado de maravilla: si mi gato araña un mueble, limpio esa zona para eliminar su marca de olor, y luego coloco el rascador justo al lado.
¡Verás cómo con constancia, tu minino le coge el gusto y tus muebles te lo agradecerán!






